Héme aquí, voces de países balcánicos resuenan a mi alrededor, entre comida japonesa, entre picante mexicano... diciendo palabras que conozco de antemano, conclusiones que he sacado de los laberintos de la razón que recorro en soledad frecuentemente.
Ahora hay una tentación distinta, sé que muchas cosas están mal, sé que tengo la oportunidad, muchas veces en mi vida se me han presentado retos que he afrentado gustoso. Aveces gané, a veces perdí, pero de todos extraje una valiosa lección, he peleado por muchas cosas, algunas de ellas son premios que bastantes darían por sentado; otras al contrario (curiosamente, algunas de éstas son cosas que a los demás les parecen complicadas). He recibido mucho sí, más de lo que merezco seguramente, más de lo que verdaderamente necesito; y modestamente creo que mi moderado éxito se debe a que si alguien se creyó eso que algunos llaman "tonterías altruistas" fui yo, quizás sumado un poco a transtorno de la personalidad, a locura, a educación religiosa católica (nada como que te digan que eres culpable de todo, todo el tiempo para que te lo creas), y a mi susceptibilidad innata. De manera que creí lo que conscientemente sé que es mentira si se toma como dogma de vida: que debemos entregarnos completamente al servicio de los demás, olvidándonos de nosotros mismos. Es una gran manera de hacer seguidores fieles a una doctrina, pero no me parece que sea una manera saludable de vivir la vida.
Aún asi, en muchos sentidos he seguido esta meta, tratar de hacer la diferencia, poner al lado mis propios objetivos (no hay que ser tan dramático, casi nunca ha interferido esto con lo quiero hacer), poner a un lado algunas de mis necesidades para un bien mayor, para unos sueños que alimentan a mi personalidad idealista, buscar la satisfacción en complacer a los demás, en buscar el mayor bienestar. Desde luego, no soy un santo ni un mártir, el egoísmo y la irracionalidad brotan en mí frecuentemente, algunas pasan desapercibidas, otras como desplantes, finalmente todos somos humanos.
En este momento se me presenta de nuevo una disyuntiva, de tomar la responsabilidad, de ir las armas, intentar cambiar las cosas, despertar conciencias, hora de la revolución. Pero mis fuerzas están agotadas, al final tengo 21 años, nunca me detengo a pensarlo puesto que la gente que me rodea es siempre mayor a mi y parece que puedo ponerme a su nivel; pero esta vez, la rendición me seduce más, la inacción me parece tan razonable, el esperar parece una buena opción. Pocas veces he tomado el camino egoísta, ninguna importante el camino fácil y más o menos he sido impulsado por esta falsa ilusión de héroe. ¿No me merezco dejar por una vez las cosas como son? ¿Tengo que participar en esto? ¿ No puede ser alguien más, alguien que tenga más facilidades, más tiempo, menos problemas, menos preocupaciones, más valentía?
Y quién lo hará si no lo haces tu...
Y... ¿realmente debe de hacerse?... ya ni siquiera eso sé
4 comments:
Yo si se!
Cuaz.. yo ni sé qué pregunta essss... osea la cuestión completaaa
giuuuuu...
en fin..
Suértete!
o como dicen los italians:
Forza!
Abandona a aquellos que te quieren de lider, porque son ellos quienes te quieren ver morir.
Si lo haces pensando en los demas, es incorrecto.
Si lo haces pensando en ti mismo, es incorrecto.
Si lo haces sin pensar...
Post a Comment