Camino por el pasillo, con la extraña indumentaria que hace pensar al inocente que he terminado ya mis estudios y soy un médico general, camisa y pantalón formal, corbata, bata con mi nombre (pero sin el "Dr." antes de él). Siempre me ha impresionado el silencio que rebota el eco de mis propios zapatos, porque obviamente debo de llevar zapatos. Eran ya más de 7 meses sin estar de guardia en el Hospital.
Medicina es una carrera no apta para adictos a la filosofía, es decir como yo, a menos de que no hubiese aceptado ya desde hace tiempo el resignarme a estar eternamente tejiendo disertaciones inútiles. Hoy no era la excepción.
Empezando con el muchacho de 25 años con un severo caso de tuberculosis que estaba en respiración artificial era casi irreal el que ahora llevaba en mis manos la orden escrita de mi puño y letra para tomar una radiografía a una anciana de 103 años quien se encuentra hasta donde sabemos completamente sana con excepcion de una probable piedra en la vesicula (de hecho ya fue dada de alta).
103 años, una cantidad de dias que me da pereza calcular, y mientras mis pies rebasan el pequeño desnivel que existe justo al pasar al edificio de radiodiagnóstico no dejaba de pensar en la cantidad de tiempo que representaba eso, lo inimaginable que me parecía.
Y ¿porqué tanto interés en este tema?, porque mi ausencia del blog, se debe a razones extraordinarias, a una visita extraordinaria, que pueden inferir del monotemático post anterior, a Clara vaya :) quien hizo el increible favor de visitarme durante 3 semanas (un hecho que yo mismo no podía creer), 3 semanas que si viviese asi todos los días, no las cambiaría por los 103 años.
Una visita que me confirmó que soy de las personas más afortunadas que conozco, que tengo amigos de verdad, que no tengo ni tendré medios en toda mi vida (por más que me esfuerce) para poder compensarles por la ayuda que me brindaron; que estoy vivo, que se puede ser feliz en las cosas pequeñas, que tulum no está tan lejos, que si miras atentametne las nubes te sonríen...
Ya hay un escrito de agradecimiento acerca de este viaje, mejor redactado que estas divagaciones, pero su autora yerra en un punto básico.. no es ella quien debería agradecer.. soy yo a quien las palabras no le son suficientes para dar las gracias y el idioma no es lo suficientemente vasto para demostrar como se siente
Gracias