Wednesday, August 24, 2011

Conversaciones Imaginarias

Sí, es un hecho, el blog está pensado para poner cursilerías y el día de hoy me apetece hacerlo.

Muchos hombres tenemos miedo a parecer menos masculinos por considerar el futuro, por considerar cosas como la paternidad y perder ese glamour de "rebelde que no va a tener familia ningún día..." pero la verdad esque pensamos un poco en aquellas cosas, aunque no quiere decir que queremos que pasen pronto. Así que escribiré lo que alguna vez he imaginado que me gustaría contarle a un imaginario hijo, tendrá que ser (insisto) imaginario para aguantar el tamaño rollo que pienso echarle. (para el presente texto, imagínenme con el cabello gris, una chaqueta de esas con parches en los codos y hablando con una pipa en la mano sentado en un sofá).

Así pues, le diría:

"¿Sabes hijo?, este es un mundo jodidamente complejo, contiene tantas y tantas cosas que nunca llegaremos a comprender, y aún así podrías pasar una vida estudiando una mota de polvo sin acabar de expresar todo lo que puede contener.

En este pequeño planeta en el que vivimos, hay al menos unos 7 mil millones de personas, si pudieras decir cada uno de los nombres de la gente de esta Tierra, y tardaras un segundo en cada uno, te tomaría más de 200 años, y para entonces ya habría mucha más gente nueva que nombrar.

Lo más interesante de este desastre cósmico, es que no sabemos bien de que se trata todo esto. Habrá quienes te digan que saben de que van y tienen todas las respuestas; pero la única respuesta que puede ser honesta es que no sabemos; que lo más posible es que la vida no tenga un sentido o una finalidad. Y por más convencidos que parecen de sus ideologías, de sus creencias, de sus mitos y de sus conjeturas; nadie tiene las respuestas.

¿Suena descorazonador eh? Y sin embargo no lo es, nos da muchas posibilidades, porque primero quiere decir que no eres inferior a alguien, que todos estamos aquí a través de nuestras vidas tratándo de entender como van mejor nuestros esfuerzos en la realidad que nos construimos.

¿Suena frío y nihilista? (nihilista quiere decir más o menos que eres un pesimista que cree que nada vale la pena hijo) Pero si lo piensas, no hay mejor noticia que esa, nadie te ata, nadie puede mandarte y nadie tiene autoridad para decirte lo que es bueno, ¡pero eso no quiere decir que no hayan cosas buenas y que no hayan cosas reales!

Cada conexión con un ser humano es un milagro en el verdadero sentido de la palabra, cada idea intercambiada implica que coinciden 2 masas de pensamientos, ideas, sueños e ilusiones que existen en una pequeña parte del universo que decidió hacerse consciente de si misma utilizando una complejidad biológica inescrutable.

Más allá del hecho de coincidir, cada uno de nosotros contiene una cadena ininterrumpida de genes que nos hacen hermanos de todos los seres vivos, incluso algunos que no puedes ver, una mitad de ti fue alguna vez un óvulo en el cuerpo de tu madre. ¡qué estuvo ahí desde su nacimiento! al igual que ella lo fue de su madre, y ella de su abuela... hasta el principio de la reproducción sexual, eres el resultado cambiante de una cadena de personas... ERAS y ERAS atrás.

Poder comunicarte implica que tu cerebro puede hacerse un modelo de la realidad, que tus cuerdas vocales funcionan, que la otra persona puede escuchar, que se ha desarrollado un lenguaje común y que ambos lo conocen lo suficientemente bien como para poder coincidir en las ideas.

En un plano aún más complejo, lo que dices forma parte de un propio aspecto de la realidad en si mismo, tus palabras pueden herir, pueden destrozar, pueden curar, confortar y enamorar; pueden ser el resultado de un razonamiento impoluto o pueden ser un arranque emocional, incluso haciendo los mismos sonidos, las variaciones pueden implicar toda una avalancha de consecuencias que van más allá de ti.

Y todo esto es solo hablar, decir algo, ¿imagina lo que es contactar con alguien!, piensa en la maravillosa exclusividad de sentirte identificado tanto con una persona para querer rodearte de ella; piensa en lo raro y precioso que resulta que dos sujetos que no tenían porqué existir necesariamente, puedan llegar a conectar de una manera a tantos niveles que sus propias funciones se acoplan y una visión del mundo se comparte.

El mundo es jodidamente complejo, pero esto no es malo, solo quiere decir que tenemos que abrir los ojos y ser curiosos con lo que nos rodea, y entender que una mera sonrisa es un milagro de la existencia... ahora, ves a jugar..."

Saturday, August 20, 2011

ERES

Y tu… ¿quién eres?

Años atrás (en los 90), esa cortísima frase se utilizaba como slogan para una de esas revistas de adolescentes en México (las que después mutan a revistas de chismes o “del corazón). De hecho, se convirtió en un meme mexicano pre-Internet que causaba algunas risas.

Lo curioso de todo esto, es que sin querer tintar este blog más de filosofía barata (de la cual esta bien manchado), resulta ser una de las preguntas más importantes que nos podemos hacer.

Tú, ¿Quién eres?, la mitad de la filosofía y de las preguntas realmente profundas de la vida surgen de esa cuestión.

Poco después de que nacemos nuestros padres nos otorgan una etiqueta que será nuestro nombre (a algunos nos gusta y a otros no) para identificarnos y poder definirnos a nosotros mismos. Nuestro nombre tiene la historia de 2 generaciones para que recordemos de donde venimos.

Pero el nombre puede cambiar, más fácil o difícilmente dependiendo de la legislatura de donde vivas y es evidente que responder que somos nuestro nombre es desviar la pregunta y responder a como nos llamamos (o nos llamaron)

Así que no somos fácilmente definibles, somos una masa de recuerdos y pensamientos que cree que siguen un hilo en común; somos también en parte lo que nos van definiendo nuestras acciones, así pasamos a decir: yo soy niño, yo soy estudiante, yo soy médico, etc.. etc..

Entonces quizá el saber quién eres no es tan diferente a saber quién quieres ser, y ¿sabéis qué?... todos los días hay una nueva oportunidad para ser quien quieras.


Y tú, quién eres?...
Yo, sigo buscandolo