Bueno como no acabe mis relatos de Egipto y aquellos lectores que todavía conservo (si es que alguna vez tuve alguno) se deben de estar cuestionando si acabé asesinado en medio del desierto por una banda de beduinos cuando dije que era parte de la Camorra Napolitana. Pues lamento descepcionarlos pero este muchacho es como el polvo que siempre regresa a la casa. (o sea que soy como 60% pedazos de piel humana :D)
Me quedé en la ciudadela... un largo recorrido para llegar... cuando se refieren a una ciudad amurallada, realmente quieren decir que no se puede entrar más que por la puerta principal.. jaja y la ciudad no era nada pequeña asi que di como 3 rodeos (así es, me tomó ir dos veces en la misma dirección para notar que estaba equivocado) .Visité las mezquitas necesarias y compré agua con las escasas libras egipcias que me quedaban.
Luego de eso, me quedaba todavía un atardecer más en solitud que como es mi costumbre aproveché para vagar en silencio, o cantando... hice un descanso entre unas de las mezquitas más impresionantes de todo el Cairo, la de El-Sultan. Noté un pequeño grupo de niños correteándose en la bicicleta (bueno.. en sendas bicicletas), mientras bebía lentamente mi botella de agua proveniente (juraban en la botella) de los más finos oasis del Sahara. En fin, como me ocurría siempre, se me acercaron los niños hablándome en árabe, siendo que dicha lengua comprendo solamente cuando están hablando algo porque ya no hay silencio... de todas maneras uno de los niños parecía hablar lo mínimo de inglés (entrenando seguramente para embaucar turistas cuando fuera adulto), asi que me pregunto de donde venía, parecíéndole sumamente curioso que alguien con mi fenotipo de medio oriente no hablaba árabe. Después bromeamos un poco cada quien en su idioma, y súbitamente 2 de los otros niños fueron por otra bicicleta.. que según deduje por las insitentes señas y golpes que le daban al asiento y luego apuntándome a mí, su intención era que me subiera... en aquél momento me pareció como una buena idea asi que procedí a cumplir sus deseos.
Fue una buena idea, jugando con unos niños egipcios, en bicicleta al otro lado del mundo, en medio de 2 de las mezquitas más grandes del orbe. Experiencia para contar y anécdota extraña.
Me despedí de mis nuevos amigos, dispuesto a tomar un taxi para el destino turístico de hoy que era el Bazar Khan El-Khalily, lugar número uno en la ciudad para ser robado legalmente con la cantidad de sobreprecio que le ponen a sus artículos (que algunas veces son baratijas)
Me: How much is this?
Saler: 120 egyptian pounds
M: I'll give you 10
S: mmm 15....
de 120 a 15!!! como ven?
Pues bueno.. compre una variedad de mercancía que ya verán (la ropa que me pondré y uno que otro adorno para diferentes personas) y me fui exhausto a mi cuarto de hotel para el siguiente día
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